sábado, 3 de noviembre de 2012

Presentación de Alma de papel en Gijón



Presentación de Alma de papel en el Club La Nueva España de Gijón


Reseña de Orlando Moratinos en La Nueva España
Un pequeño gran libro
Por Orlando Moratinos Otero
El pasado viernes se presentaba en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón (Sala Cultural de Cajastur) un pequeño tesoro bibliográfico a lo que, por desgracia, los gijoneses no estamos muy acostumbrados. Paco Abril (Teruel, 1947), con su ágil y cercano discurso ha mostrado ante una sala repleta de amigos su pequeña gran obra Alma de papel. Se trata de una composición repleta de arte, poesía, historia, filosofía y pedagogía. Todo ello aderezado con una gran destreza y dosis de cariño e ilusión que llevan al lector a adueñarse de los contenidos y hacerlos propios. Su tamaño es el de una libreta propia de trabajo que el artista y el escritor suelen llevar siempre en su bolsillo para plasmar sus bocetos y tomar apuntes e ideas en cualquier momento y lugar. Una libreta que toma el formato de libro de 14 x 9 cm. con un hermoso papel Registro Ahuesado de 170 gramos que conforman las 81 páginas por las que se deslizan suavemente imágenes en forma de collage emparejadas cada una de ellas con un breve poema. Siguiendo las palabras del autor, he podido comprobar que la lentitud es la gran aliada para que, cada página de este librito nos vaya brindando una lectura fresca que, al lado de las imágenes se convierte en verdadera poesía (la montaña, la lectura, la historia, la literatura, la pedagogía, el arte o la filosofía).
La palabra de la que se nutre  Alma de papel es una constante que se va convirtiendo en una especie de perfume arrebatador que embelesa la imaginación de quien fija los ojos sobre unos textos escritos por Paco Abril con el corazón.
La forma de edición, tan novedosa como eficaz en los tiempos que corren es otro de los ingredientes que hacen única esta obra. La microfinanciación por cerca de 150 humildes mecenas a través de la plataforma on-line “La Tahona Cultural” es una nueva forma de producción cultural. Novedosa y arriesgada pero, al fin y al cabo, cercana, directa y responsable. Toda una revolución. Las ideas y los proyectos que contengan innovación ya pueden ir pensando en una fórmula similar. Con ella se renuncia, (ojalá cunda el ejemplo) a posibles servidumbres que, querámoslo o no, siempre restan libertad. Ahí tenemos el reciente rechazo de Javier Marías al Premio Nacional de Narrativa. Los mecenazgos si no se forjan desde el sentimiento y el corazón, aderezados con un poco de pasión, es preferible que se guarden de apoyar cualquier proyecto cultural.
Fueron muchos los agradecimientos que Paco mostró a quienes le apoyaron en su pequeña gran obra. En realidad somos los lectores quienes estamos agradecidos por su aportación a nuestro enriquecimiento intelectual y espiritual.